Aquí por Aragón al albaricoque se le llama alberge, estos son de la cosecha familiar, fresquitos...
un manjar!
Prepara esta torta con la fruta fresca, esta muy buena! eso si hay que consumirla en el día, el albaricoque se pone oscuro después de haber pasado por el horno (proceso de oxidación). Con esta masa dulce podemos utilizar cualquier tipo de fruta fresca o en conserva, esta ultima debemos escurrirla muy bien antes de usarla.
Masa dulce (base)
150 ml de leche tibia
20 g de levadura de cerveza fresca
280 g de harina de fuerza
25 g de mantequilla
50 g de azúcar
un huevo y una pizca de sal
Albaricoques
*Agrega la levadura y dos cucharadas de harina a la leche tibia, remueve y deja reposar en sitio cálido, 30 minutos; tiene que subir y tener un aspecto suave. En un cuenco pondremos la mantequilla y la harina y utilizando las manos las integramos. Añadimos la sal y el azúcar; mezclamos la masa con el huevo y la levadura preparada, amasamos hasta que quede blanda y elástica. Trabajamos unos minutos más, la cubrimos y dejamos fermentar en ambiente cálido 30 minutos más, tendrá que duplicar su volumen. Amasaremos 2 o 3 minutos mas, estiraremos la masa sobre una bandeja forrada con papel, dispondremos medios albaricoques por toda la superficie dejando un borde exterior (ver foto) dejaremos reposar 20 minutos más. Precalentamos el horno a 180º.
Prepararemos un compuesto para cubrir la torta con:
- 50 g de mantequilla blandita
- 60 g de azúcar
- 25 g de almendra en polvo
- 75 g de harina y media cucharadita de canela.
*Mezclamos todo y cubrimos la fruta. Horneamos a 180 º, bandeja media durante 25 a 30 minutos, cubrimos con papel si se dora demasiado.
*Ponemos en la batidora: 100 ml de leche fría, 4 cucharadas de nata, 3 bolas de helado y unas gotas de esencia de vainilla o una cucharada de jarabe de vainilla.
Añadimos a esta preparación, base de cualquier batido, un plátano pequeño y una cucharada de chocolate soluble, si quieres puede ser amargo. Batimos todos los ingredientes hasta que quede espumoso y ponemos en un vaso con pajitas y chocolate rallado.
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Sin deseos:
Esperar pacientemente significa relajar la garra de los deseos y de los miedos sobre nuestro corazón, mientras vamos a la deriva, atravesando los acontecimientos del mundo. E.THOMAS BEHR