Casi todos los fines de semana solemos dar paseos en bici por las riberas del Ebro, un auténtico paraiso, con rincones donde es difícil imaginar que la ciudad esté tan cerca. Sonidos, colores, olores... un regalo.
Aquí, en este entorno viven zarzales enormes ...y claro por estas fechas están llenitos de moras, y quién no las coge si estan ahí para todos.... los animales racionales e irracionales; pero no es fácil: espinas y una legión de insectos que han debido hacer un pacto con las moras ....y te harán pagar caro tu osadía!